Michel Croz invita a compartir un viaje a través de su “Diario de un Naufragio”
“Michel nos da la bienvenida ambientándonos, climatizándonos, preparándonos para un viaje de bardo y de bordo”.
Obra del poeta
En el marco de la IV Feria Binacional del Libro de Rivera-Livramento, se realizará en el Espacio II, el domingo 27 de octubre, a las 20h, la presentación y lanzamiento del libro de Michel Croz (con diseño de Gabriel “Piojo” Pereira) “Diario de un Naufragio”.
Poesía, crónica poética, citas, percepciones y reflexiones, son “tejidas” en un diario de viaje, en una especie de bitácora interior, donde se da cuenta de la experiencia del amor – desamor, del naufragio y salvataje vividos por el poeta.
Lectura performática (con música en vivo), venta, sesión de autógrafos y brindis (con productos integrales de La Tribu) al concluir el evento.
Así presentó Mariana Di Pascuale, en septiembre el trabajo literario del artista fronterizo Michel Croz
“El primer acercamiento a “Diario de un Naufragio” fue una hojeada de atrás para adelante; claro está, es la forma de hojearlo cuando tomamos el libro por la izquierda.
Dos horas después, surgió un viaje de pocos kilómetros y decidí llevarlo.
Fue en enero. Caliente, bochornoso.
Michel nos da la bienvenida ambientándonos, climatizándonos, preparándonos para un viaje de bardo y de bordo.
El libro me intrigó, el formato de historieta no me recordaba a las coloridas Mafaldas de Quino. La tira traía en su interior dibujos, grabados y situaciones gráficas que marcaban tiempos y espacios fluctuantes y que se perdían grises en el fondo, detrás de las letras negras. Todo era demasiado acromático.
Michel Croz
Me embarqué, había una relación pendular permanente entre la lectura de los poemas y los relatos que había oído por Michel. Era como una tensión-atención entre la belleza de la poesía y la compasión de un hombre herido por el amor, aventuradamente el creador del libro, definitivamente mi profesor de teatro.
Un viaje de países y lenguajes, de amor y desamor, de días y eternidad, de soles y lunas, de rayuelas y procesiones, de nieblas y tripulaciones.
No es casualidad, en los viajes nos encontramos con los más grandes collages, desde un cepillo de dientes hasta alguien peinando unicornios, parafraseando al autor.
Un artista se propone nunca llegar a lo aburrido del celestito cielo. Y así lo hace Michel: nos ofrece un viaje con poesías fechadas por relojes blandos, por amores profanos, por barcas frágiles con baladas para mi muerte, por buceos de margaritas de la infamia, por sexos y pies atados.
Los climas que genera la bitácora y el posible naufragio que se prevé, hacen que el lector empiece a percibir turbulencias, alas rotas a medida que el calendario avanza: desde el poema del re-sentimiento, las referencias donde pareciera que los personajes hablaran de un modo directo o en mensajes de texto, hasta alcanzar la sensación del dolor vivo de una mordiente traición.
Con leyendas y advertencias el escritor nos habla en varios idiomas, sin importarle la mezcla ni traducción, sin negarnos el dolor ni las dudas de un corazón que se rehúsa a no sentir.
¿Qué pasa si invertimos la lectura del libro? ¿Habría en el final otra sensación que la de un corazón herido? ¿Realidad o ficción? ¿Serían tan importantes las subdominantes rojas de la tapa?
Michel nos regala su relato poético, su diario de bordo, su bitácora de nacimiento y muerte. Nos propone compartir un viaje, errante y romántico, que desde las primeras páginas, describe sin velas y sin brújulas”. Altamente recomendable la lectura de este “diario”, en mi opinión el poeta logra “pintar” a través de la poesía del pensamiento cada una de sus “rutas” tanto geográficas como del espíruto mismo.(la redacción)
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