En cuatro años, 72.000 niños y jóvenes disfrutaron de Campamentos Educativos
El programa “Campamentos Educativos” de ANEP permite que niños y jóvenes de distintos puntos del país vivan la experiencia de un campamento. Desde su creación en 2009 participaron 72.000 alumnos que en su mayoría no conocían el mar o nunca subieron un cerro. La titular del proyecto, Macarena Collazo, dijo que impacta directamente en el vínculo afectivo docente-alumno y vuelve mucho más significativa la relación con el saber
Jóvenes comparten buenos momentos
“Campamentos Educativos” es una iniciativa de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) que comenzó en el año 2009 con un perfil innovador, pensando en lograr un encuentro para la inclusión e integración de niños, jóvenes y docentes. En entrevista con la Secretaría de Comunicación, la coordinadora del programa, Macarena Collazo, narró las experiencias vividas y los alcances y futuro del proyecto.
Collazo explicó que surge como un proyecto alternativo, diferente, con una mirada distinta de la educación. Se creó pensando en la población rural, pero actualmente se extendió a Primaria, Secundaria, Educación Técnico-Profesional, Formación en Educación y Cursos para Adultos.
La experiencia abarca tres días y dos noches, en que se desarrollan diversas actividades educativas a través del formato del juego. En cada campamento participan dos grupos de lugares distintos del país, del mismo nivel etario, que en total suman unos 90 alumnos. Los estudiantes llegan el primer día a las 10 horas y se van el tercer día a las 17 horas. Se requiere de un docente cada nueve o diez estudiantes. El equipo que recibe a los niños y jóvenes está compuesto por profesores de educación física, educadores sociales, sicólogos y recreadores. La iniciativa supone un intercambio generacional, por lo que el nexo suelen ser los animadores, por una cuestión de proximidad etaria.
Para llevar adelante la tarea, se trabaja en forma integrada con 13 organizaciones especializadas en campamentos que atienden las 27 sedes ubicadas en diferentes puntos de interés turístico y balnearios de todo el país. Algunos de ellos son: Las Cañas, La Floresta, Piriápolis, San Gregorio de Polanco, Punta Ballena, Las Flores, Laguna Negra, Pajas Blancas, Arequita, Aguas Blancas y Kiyú.
Las propuestas son ludo-pedagógicas o ludo-creativas; maestros, profesores y chicos juegan juntos en un ambiente donde se exaltan los valores de respeto, colaboración, cooperación y afecto.
“El impacto que estos campamentos tienen en los niños es mucho más que tres días. Tres días de estas vivencias, de esta intensidad, de dormir en la cabaña con chicos de otro lugar, de compartir todo con sus maestros, de conocer lugares nuevos, de tener todo resuelto, su cama, ducha caliente y cuatro comidas, es una contención placentera, pero no menos educativa”, dijo.
Balance
En cuatro años se realizaron más de 900 campamentos, de los que participaron cerca de 72.000 alumnos y alrededor de 10.000 docentes (entre maestros y profesores).
Hasta el tercer año, el 90 % de los niños y adolescentes que viajaban nunca habían salido de su departamento. Ahora esto dejó de ser así, porque la mayoría concurre por segunda vez, sobre todo los de procedencia rural. También eran muchos los que no conocían el mar o nunca habían escalado un cerro, por ejemplo.
Anualmente se destinan 68 millones de pesos a esta iniciativa, lo que permite realizar cerca de 400 campamentos, con la concurrencia de más de 26.000 niños.
Collazo la considera “una experiencia imborrable, porque impacta en el vínculo afectivo del docente-alumno y de los alumnos entre sí. Eso hace que la institución se viva de una forma distinta y que la relación con el saber sea mucho más significativa”. Asimismo, aseguró que se trata de “un sueño cumplido”. “Es pensar que la educación pública posibilita a los niños las mismas experiencias que hasta el momento solo tenía la enseñanza privada, es pensar que Campamentos Educativos es el ‘banco Varela’ del siglo XXI, en donde se encuentran chicos de diferentes departamentos y toman conciencia de lo que es ser ciudadanos del mismo país”, concluyó.
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