TACUAREMBO NOS QUITO EL SUEÑO
En Sub 18 Rivera goleó 4 – 1 a Tacuarembó y los mayores tras dos partidos seguidos demucha ilusión resignaron tres puntos vitales para la clasificación
Rivera perdiò su primer partido como local ante el clàsico rival del norte: Tacuarembò 2-1 por la 3a fecha del Campeonato de Selecciones del Interior de OFI, y esperemos que esto no agudize su crisis futbolìstica en el futuro en esta zona Litoral Norte. Increìblemente Rivera hizo agua por todos los frentes posibles de su dura realidad en este mini torneo donde clasifica uno solo. Es màs, Tacuarembò fue superior en casi todo el partido llevado de la mano por el mejor jugador de la cancha Robert Etchechuri, que produjo un còctel de sensaciones frustantes que se metiò en la piel de los futbolistas riverenses que no fueron ni por asomo lo que demostraron el otro dìa en Paysandù. Nadie apareciò.
Sòlo Marcos Ramos que como una sombra logrò empatar y cuando toda Rivera se persignaba por el milagro del gol, Tacuarembò logrò meter el segundo gol en un tiempo donde se vio que la sequìa, la escacez de fùtbol y la locura atrapaba a todos en filas de Rivera, porque se perdìa en el propio Atilio Paiva Olivera. El soporìfero momento de derrota para Rivera creemos es apenas un decorado para la trama de sensaciones que tendrà que descifrar el entrenador riverense Alfonso Rivero. ¿Què pasò realmente para que Rivera no repitiera sus dos anteriores compromisos? Por cierto, que despuès de esta derrota en nuestra casa y la victoria de Paysandù de visita ante Artigas, ello deja al descubierto datos que estremecen y preocupan. Es que Tacuarembò nos quemò. Y Rivera puede estar pidiendo a gritos en la pròximos dìas un bombero para el infierno que serà la definiciòn ante Paysandù, el mismo Tacuarembò y por ùltimo ante Artigas en su presentaciòn final.
El primer trago amargo fue demasiado amargo. Porque Rivera no tuvo ningùn argumento que justificara una reacciòn clara para revertir el resultado ni la respuesta en cadena de la mayorìa de sus futbolistas que ya mostraron… La verdad que Tacuarembò nos quitò el sueño y provocò una pesadilla que esperemos podamos salir.
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